Emociones a flor de piel.

Después, en la soledad de su
estudio, estoy seguro que revive, analiza, duda y siente, se lamenta, elige,
ajusta, goza y sufre… para finalmente mostrarnos sus magníficos trabajos. El
espectador se emociona y disfruta, y de alguna manera, cierra el círculo de la
comunicación entre él y el mundo que César nos quiere contar.
Composiciones cuidadas al
milímetro, la luz como elemento de unión y la mirada de El Hombre como centro
de la vida, ese es el mundo mágico de mi amigo César Herrero.
Qué gran suerte es poder hacer lo
que tú haces.
Muchas gracias.
ver http://mifotografiacesarherrero.blogspot.com.es/
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